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jueves, 28 de junio de 2012

Los Peligros del Sol

Sin duda el sol es muy beneficioso para nuestro organismo porque nos ayuda a sintetizar la vitamina D, tan necesaria para asimilar el calcio que necesitan nuestros huesos. Sin embargo, cada día somos más conscientes del peligro que corremos si no tomamos las medidas oportunas antes de exponernos al sol.

Las consecuencias visibles y directas de una exposición indebida al sol son las quemaduras, donde los síntomas son enrojecimiento de la piel, molestias y dolor en algunos casos. El peligro de las quemaduras es que sus consecuencias fatales suelen aparecer después de varias décadas, a través del cáncer de piel.

Sin embargo aunque no nos hayamos quemado, una exposición excesiva y prolongada al sol puede acarrear también serios problemas de salud.

Por un lado nuestro sistema inmunológico se debilita, nuestra piel se deshidrata, se reseca y envejece prematuramente.
Además, pueden aparecer problemas de cataratas en los ojos e incluso problemas de dermatitis a corto plazo en niños.
Y sobre todo, aumenta el riesgo de padecer cáncer de piel en el futuro.

Es importante mencionar que el efecto negativo de los rayos ultravioletas del sol es acumulativo, es decir, que no desaparece aunque dejemos de tomar el sol. Se dice que la piel tiene memoria, y eso se debe a que los rayos ultravioletas del sol son absorbidos por nuestro ADN y una prolongada y excesiva exposición al sol puede producir alteraciones en las células, creando células anormales que pueden causar 2 tipos de cáncer: carcinoma (el cáncer de piel más común y menos grave, aunque necesita tratamiento) o melanoma (el cáncer de piel menos común pero más grave ya que puede propagarse desde la piel a otros órganos del cuerpo, pudiendo ser mortal si no se detecta a tiempo).

Lo preocupante es que estos tipos de cáncer de piel ya no se consideran una enfermedad exclusiva en personas mayores, sino que el porcentaje de gente afectada cada vez es mayor en adolescentes y jóvenes de 20 a 30 años.

La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) afirma que en las últimas 3 décadas ha aumentado el índice de mortalidad por melanoma en España, siendo éste el tipo de cáncer más frecuente entre la población española y casi todos son el resultado de demasiada exposición al sol durante la niñez.


La buena noticia es que podemos reducir este riesgo considerablemente protegiendo del sol nuestra piel y la de nuestros hijos, inculcándoles desde pequeños unos buenos hábitos de protección y la importancia que ello supone.

Según las investigaciones de la Fundación del Cáncer de Piel,  y teniendo en cuenta que la mayor parte de la exposición solar se concentra en los primeros 18 años de una persona, la prevención desde los 6 meses y a lo largo de toda la adolescencia será la clave para evitar posibles tumores en el futuro, ya que se reduce enormemente el riesgo.

Te recomendamos que leas este artículo :  "¿Cómo Proteger a tu Bebé del Sol?

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