En la primera parte de este artículo hemos visto lo que nos aporta el aloe vera y por qué deberíamos usarlo. Además aprendimos a diferenciar un gel de aloe vera de calidad que nos garantice los mejores resultados.
A continuación vamos a profundizar en los tipos
de piel que son aptas para el uso del Aloe Vera, y cuándo y cómo debemos aplicarlo
para el cuidado de la cara.
¿Quién
puede usar el aloe vera?
Cualquier persona puede disfrutar de los
beneficios de esta planta, en la cara o en cualquier parte del cuerpo,
independientemente del sexo, edad o tipo de piel (cutis seco, mixto o graso).
Piel Grasa
El Aloe Vera se recomienda en casos de pieles
grasas o acnéicas, ya que ayuda a regular
la secreción de grasa, además de ayudar a secar más rápidamente los granos,
acelerar su curación y cicatrización sin dejar marcas o señales, y evitar su
contagio por el resto de la cara, gracias a sus propiedades antiséptica,
antibiótica
y antibacteriana. Además por su alto poder de penetración, mantiene los poros
limpios y despejados, consiguiendo que no se obstruyan con la grasa y en definitiva se
ralentice el acné.
Piel Seca
Se considera que el aloe vera es hidratante debido a la acción de los
polisacáridos (uno de los componentes más importantes del aloe), que ejercen un
efecto “barrera” en el interior de la piel, impidiendo la pérdida del agua
natural de la piel.
Por esa razón, el gel de aloe vera se recomienda
en casos de pieles secas, irritadas y enrojecidas por causa de agentes
externos, como el sol, el frío, el viento, etc. pues las hidrata profundamente.
Igualmente este tipo de piel se ve beneficiada por las propiedades
antiinflamatorias, analgésicas y bactericidas.
De todas formas, puesto que externamente el aloevera es astringente y puede resecar la cara, es recomendable aplicar después
una crema hidratante en pieles secas.
Las pieles
cansadas, descuidadas y envejecidas, se benefician de las propiedades reafirmantes
naturales que posee el aloe vera. Después de su aplicación en la cara se
aprecia notablemente una piel suave y sedosa.
¿Cuándo
usar el gel de aloe vera?
Personalmente y por propia experiencia te
recomiendo que incorpores este gel en el cuidado diario de la cara, aplicándolo día y noche, después de la
leche limpiadora y el tónico, (o el agua y jabón), y antes de la cremahidratante (en pieles secas o mixtas).
Es importante aplicarlo con la piel bien limpia, ya
que por su alto grado de penetración en la piel, y si existe suciedad
o maquillaje en la cara, el aloe vera lo arrastrará hacia el interior, consiguiendo un efecto
no deseado.
Si tu problema son las manchas en la cara, puedes
sustituir por la noche el gel de aloe puro por un gel de aloe vera con retinol,
ya que el retinol (vitamina A), es también un poderoso antioxidante y ayudará
con más fuerza a luchar contra manchas y arrugas.
Pero insisto, éste último gel debe aplicarse en
la cara sólo por la noche ya que el retinol es fotosensible a la luz solar, y
podría estropear tu piel si lo usas por el día.
Conclusión
La buena noticia es que el Aloe Vera es compatible
con cualquier crema o tratamiento que podamos estar usando por problemas en
nuestra cara o piel, de hecho además de limpiar el camino, ejercerá de vehículo
para conseguir una mejor asimilación de los componentes de cualquier crema.
Con el Aloe Vera obtendrás resultados inmediatos
y seguros, ya que sus beneficios son equiparables a las cremas con corticoides
pero sin sus efectos secundarios.
No lo pienses más. El Aloe Vera sólo te
reportará beneficios, y no sólo en tu piel y en tu cara.
¿Ya leíste la primera parte de este artículo?, si no es así, pincha aquí: 1ª parte.
Autor: Mª Esperanza Sánchez Sánchez
Correo: info@tusaludconaloe.com
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