Gracias a su contenido, esta planta ha sido definida como adaptógena, es decir, capaz de restablecer el normal equilibrio del organismo. El secreto del poder curativo está en el vigoroso efecto que producen sus principios activos al interactuar.
Actualmente existen teorías que explican el mecanismo de acción del Aloe Vera como consecuencia de una actuación conjunta de todos los principios activos que lo constituyen, siendo los polisacáridos, presentes
en el aloe, quienes realizan la función de coordinar la acción del resto
de los componentes.
Propiedades beneficiosas
He aquí algunos de sus efectos curativos que cabe destacar:
El Aloe Vera es altamente Alcalinizante. Las enfermedades se desarrollan en un ambiente ácido, por eso se recomienda tomar alimentos alcalinizantes que generen un entorno saludable en nuestro organismo.
• Analgésica: sus principios activos, su contenido en ácido acetilsalicílico y su acción antiinflamatoria tienen una notable capacidad de penetración hasta la capa basal de la piel, inhibiendo y bloqueando los receptores del dolor.
• Antiinflamatoria: desinflama los tejidos y procura un efecto calmante, por eso es útil en problemas como artritis, lesiones, golpes, picaduras de insectos, etc.
• Coagulante: su contenido en calcio, potasio y celulosa asegura las plaquetas de la sangre, facilitando y acelerando tanto la coagulación como la cicatrización.
• Antibiótico: su capacidad bacterioestática, bactericida y fungicida (antiviral), elimina un amplio espectro de bacterias.
• Regenerador celular: posee una hormona que acelera la formación y el crecimiento de células nuevas.
• Energético y nutritivo: contiene 19 aminoácidos esenciales y las principales vitaminas y minerales, todos elementos indispensables para el metabolismo y actividad celular.
• Tónico y reconstituyente: siempre que se haya eliminado cuidadosamente la aloína, se puede beber su jugo como desintoxicante natural.
• Hidratante, rehidratante y cicatrizante: gracias a la acción de la lignina restituye los líquidos perdidos reparándolos desde dentro hacia fuera en las quemaduras, fisuras, cortes, raspaduras, pérdida de tejido, etc. Así, se puede utilizar como fotoprotector contra las quemaduras solares, después de la depilación…etc.
• Antiulceroso: los polisacáridos presentes en el aloe (glucosa, manosa, galactosa…) inhiben el crecimiento del agente responsable de las úlceras gástricas.
• Inmunoestimulante: es un potente regenerador del sistema inmunológico al estimular la concentración de células inmunocompetentes.
• Hipoglucemiante: actúa como regulador de los niveles de azúcar en sangre.
• Hipocolesterémico: según algunos estudios, una dosis diaria de jugo de aloe puede disminuir el nivel de colesterol en la sangre entre 12 y 14 puntos.
• Antitumoral: en los sarcomas blandos el acemanano se ha demostrado efectivo tanto en la inhibición como en la regresión del tumor, por lo que gracias a su poderosa acción antioxidante es un fantástico preventivo.
• Antienvejecimiento: su contenido en ácido ascórbico (vitamina C), tocoferol (vitamina E), betacaroteno (provitamina A), cinc, selenio, cobre y cisteína (aminoácido no esencial) actúa como un potente antioxidante. Además, su gran capacidad de aumentar la producción de células fibroblásticas, responsables de la formación de colágeno, ayuda a mantener la piel tersa y flexible.
• Homeostático: el aloe tiende a procurar al organismo todo aquello que necesita para preservar el estado de salud.
http://todoaloe.blogspot.com/
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